Mónaco: Carolina y Stefano

El 29 de Diciembre del 1983 Su Alteza Serenísima la Princesa Carolina de Mónaco contrae matrimonio civil con el italiano Stefano Casiraghi.


Hacia poco más de un año del fallecimiento de la Princesa Gracia de Mónaco, cuando la sorpresa de la segunda boda de la Princesa Carolina supuso una corriente de aire freso y alegre para el pequeño Principado.
La Princesa había vuelto a encontrar el amor en el millonario italiano de aspecto aniñado y mirada languida, Stefano Casiraghi.


La ceremonia se celebró en el salón de los espejos del Palacio Grimaldi ante la presencia del Príncipe Rainiero III de Mónaco, y unos 30 invitados.

Al tratarse de una boda civil, la ceremonia fue muy sencilla, y apenas duró 20 minutos.

Momento de la ceremonia civil


La Princesa se encontraba embarazada de su primer hijo, Andrea, que nacería seis meses después.

Solo el fotografo oficial pudo hacer fotos durante la ceremonia, y aunque se había avisado que los novios no saldrían al balcón, las ovaciones de los monegascos allí congregados hizo que Carolina y Stefano salieran a saludar en dos ocasiones.

La pareja saluda desde el balcón del Palacio Grimaldi



Tras el tradicional saludo en el balcón, los novios posaron para las fotos oficiales.




La Princesa Carolina lució un vestido de satén en tonos dorados, diseño de Marc Bohan para la casa Dior.

La pareja con el Príncipe Rainiero III y los Sres Casiraghi

El banquete nupcial para el reducido número de invitados tendría lugar en los salones del Palacio de los Grimaldi.

Los novios en el momento de partir el pastel nupcial
Stefano y Carolina tenian proyectado contraer matrimonio religioso en cuanto la Iglesia anulara su matrimonio con Philippe Junot.

Lamentablemente, Stefano Casiraghi falleció el 3 de octubre de 1990, cuando su embarcación chocó contra una ola, intentando revalidar su título de campeón del mundo de off-shore. La Princesa le había insistido para que no lo hiciera.

Casi dos años después, en Junio de 1992, el tribunal de la Rota Romana le concedió la nulidad eclesiastica, pero Carolina ya era viuda.

Al año siguiente, el Papa Juan Pablo II reconoció como legitimos, desde el punto de vista eclesiastico, a los tres hijos de la Princesa Carolina y Stefano Casiraghi.

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